Vecinos de diciembre adelanto del editorial

Crece la brecha social

Durante la última semana de noviembre se ha desarrollado la semana de Lucha Social contra la Pobreza organizada por las Marchas de la Dignidad, dignidad que ha sido arrebatada a millones de personas, dejándolas sin trabajo, condenándolas a la caridad y dejándoles sin su vivienda. Todo esto debido a una crisis provocada por la avaricia de unos cuantos a costa del sufrimiento de la mayoría de la población.

brecha social ricos-pobres

El sistema económico actual nos ha llevado a que la brecha social entre pobres y ricos sea aún mayor. Los ricos se hacen más ricos, aumenta el número de pobres y la clase media desaparece.

Es falso que no haya dinero, hay tanto o más que hace cinco años, pero está en manos de unos pocos. El problema es la distribución de la riqueza. Sobran bienes de consumo, sobran alimentos y sin embargo, hay niños mal alimentados, gente que se queda sin casa, que vive en infraviviendas y, al mismo tiempo, miles de viviendas cerradas de los bancos rescatados por todos.

Es el fracaso de la Política con mayúsculas, es la aplicación de las políticas conservadoras de la derecha o de la seudoizquierda que ha sucumbido al poder económico. La prueba irrefutable es el cambio del artículo 135 de la Constitución, que da prioridad al pago de rescate bancario, de los negocios de las autopistas, al pago de deuda lícita e ilícita, sobre las necesidades más elementales de los ciudadanos.

Una política que pone en manos privadas todos los servicios públicos. Unos políticos que «se sienten orgullosos del trabajo realizado», orgullosos de tanta caridad mostrada este año recogiendo más alimentos. ¿Orgullosos de tanta pobreza? Esta es nuestra marca España. Esta es la política que día a día abre la brecha social, la política con un sistema impositivo favorable a los que más tienen.

Políticos que declaran estar orgullosos del trabajo bien hecho, mientras el pueblo se queja, se manifiesta, protesta. Así termina el año y llega uno nuevo, donde nos espera la gran manifestación y la gran protesta: las elecciones.

Será la hora de elegir bien para no seguir llorando cuatro años más, para evitar que haya políticas que nos sigan quitando derechos, servicios, prestaciones….

El voto es libre, pero también debe ser consecuente.

¿Por qué?

¿Por qué la política aplicada ha provocado más paro (ahora, después de haber tocado fondo, lanzan las campanas al viento porque se empieza recuperar un miserable          infra-empleo), menos derechos y una brecha social más abierta? Su principal causa ha sido el cambio del artículo 135 de la Constitución, del que ahora, después de infringir tanto dolor, el PSOE se arrepiente.

¿Cómo se puede llegar a acuerdos para, por ejemplo, cambiar la Ley de Haciendas Locales y que, en la práctica, servicios como el agua, la recogida de residuos, el transporte público o la asistencia social, tengan que estar en manos privadas?

¿Cómo es posible que el poder político aleje de la administración local la posibilidad de atender comedores escolares o asistencia a mayores? ¿Cómo se puede estar aplicando una política de desatención a discapacitados?

Y todo esto, sometiéndonos a las directrices conservadoras europeas como si no hubiera otra solución.

¿Por qué ese empeño en privatizar y hacer negocio de la enseñanza, la sanidad y las pensiones? Las privatizaciones dan beneficios a unos pocos, mientras que lo público nos repercute y da beneficios a todos. ¿Por qué ese empeño en que todos los servicios sean privatizados cuando, además, estamos comprobando que es uno de los principales focos de corrupción?

 

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