La noticia más negativa de este verano ha sido  la gran cantidad de incendios forestales, que prácticamente han arrasado España. Nuestro país de norte a sur, de oeste a este ha sufrido los males del fuego, con lo que supone de desastre natural, ecológico, sumando además la tragedia de la muerte de varias personas.  Los otros males que sufre nuestra sociedad, como la crisis económica, el desempleo por el propio peso de los años serán temporales y circunstanciales, en cambio la recuperación de un bosque tardará al menos un siglo en volver a ser el paraíso que fue, si es que se recupera y no queda en terreno desértico o pasto de la especulación.

En nuestra provincia el fuego ha devastado nuestros parajes más representativos como son los Montes de Toledo y la sierra de San Vicente.

La lucha contra el fuego debe ser conjunta, con los medios eficaces y con una conciencia de que la naturaleza es lo más importante que tenemos en nuestra vida.  Había una campaña publicitaria de hace décadas que todavía recordamos “Todos, todos contra el fuego”.  Los factores que han desencadenado esta situación pueden ser muchos, algunos climáticos como la sequía, pero otros son claramente denunciables  por ser comportamientos delictivos, incluidas las negligencias, pero no tienen menos culpa las autoridades políticas que en su afán de austeridad presupuestaria, también han recortado en los indispensables medios de contraincendio. Además no se ha hecho la limpieza necesaria en el invierno, por no hablar del abandono de la agricultura y la ganadería, que son las auténticas garantías  para  que el monte siempre esté vivo.

José Luis Real

 

 

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