La unidad en la historia de los movimientos sociales humanos es uno de los grandes mitos que se invocan reiteradamente, sobre todo cuando las cosas se ponen feas, y sobre el que avanzamos poco. Para empezar, tenemos que rechazar la idea de que unos pocos iluminados tienen la capacidad de tomar decisiones. La única manera de evitarlo es integrarse en los debates y es ahí donde tiene sentido el aporte de cada uno, eso por un lado, y por el otro decir a las distintas cúpulas que ellas no están en posesión de la verdad, que deben facilitar la inclusión y la participación de las personas, ayudando en las necesidades organizativas para que se pueda desplegar un espacio propio con el objetivo de constituir un frente amplio

 En los tiempos que nos están tocando vivir, sólo la unidad de las personas, a pesar de que durante años nos han estado inculcando un individualismo salvaje, podrá sacarnos del atolladero en que nos encontramos. ¿Será ahora la oportunidad que estábamos esperando para convertirlo en realidad? Difícil saberlo en estos momentos, pero de lo que si estamos seguros es que merece la pena volver a colocarlo en un primer plano.

Tenemos que empezar a cambiar nuestra mentalidad, dejar de lado la vergüenza, superar la estigmatización/criminalización a la que se está sometiendo a la ciudadanía (prácticamente no escapa nadie), nuestra propia ideología e intereses menores, todos ellos como prejuicios auto limitantes. Tenemos que dar un paso al frente, unirnos y saber diferenciar claramente que esto, hablando de justicia/injusticia socioeconómica, es una lucha de clases – la explotadora y la explotada- ó la lucha del 99% frente al 1% que abusa y manda. Tenemos que posicionarnos para ofrecer la resistencia adecuada, rompiendo con el pasado y buscando nuestro camino. Esta resistencia corresponde a toda la ciudadanía, explorando todas las vías a nuestro alcance, no sólo saliendo a manifestarse y luego volviéndose a casa, además  hay que plantear denuncias, iniciativas populares, recogida de firmas, etc., con la seriedad que esto implica al romper el anonimato de las manifestaciones, en definitiva obligar al Estado a contestarnos, utilizando los pocos recursos democráticos que tenemos el 99%.

Como instrumento de este sentir, la constitución dela Asociaciónde Vecinos el Tajo, fue (y es) una de las herramientas para la participación en la vida pública y el logro de fines comunes, estando convencidos de que la consecución de los objetivos pasa inexorablemente por la unidad de las personas.

Para terminar sólo recordar  una estrofa de una famosa canción de Chicho Sánchez Ferlosio

Pero nos uniremos                                                                                  contra la explotación;                                                                                      la fuerza de los hombre, paloma,                                                                                            siempre será la unión

 

.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies